Fue el intento de parte de las fuerzas alemanas de tomar la capital de la Unión Soviética, Moscú, durante la II Guerra Mundial. Este intento fracasó por la defensa organizada por el Ejército Rojo y la contraofensiva que este desarrollo contra los alemanes. Se llevo a cabo de octubre de 1941 a principios de 1942.
Al inicio de las hostilidades en el Frente Oriental, las defensas soviéticas no podían controlar el avance alemán por lo que tenían bajas espantosas. Para inicios de 1941 los alemanes habían conquistado Smolensk, un bastión en la defensa de Moscú. Sin embargo los encuentros en el área cercana a Smolensk retrasaron a los alemanes lo suficiente para impedir que aplicaran por completo el movimiento de envolvimiento.
Las fuerzas soviéticas que defendían la ciudad sufrieron muchas bajas a pesar de lo cual continuaron peleando. En la ciudad de Viazma el ejército alemán encerró a una fuerza de 650000 soldados a los cuales prácticamente destrozaron. Ante la cercanía de las fuerzas alemanas el pánico empezó a dominar en Moscú ya que la ciudad sabía perfectamente que era el próximo blanco por lo cual empezó a prepararse para el ataque.
Los cuerpos diplomáticos huyen de Moscú el 15 de octubre y todo lo valioso, obras de arte, tesoros, etc., son transportados en ferrocarril a destino desconocido. Se impone la ley marcial siendo arrestada cualquier persona encontrada en la calle ya que se buscaban agentes alemanes.
Los ejércitos alemanes sumamente confiados, creían que el ejército soviético estaba por desmoronarse aunque una serie de choques a fines de octubre les hizo entender que los defensores de estaban preparando activamente. Además las fuerzas soviéticas contaban con la suerte de que el invierno ya había comenzado y después de los lodazales que se produjeron en otoño que dificultaron el avance de las unidades mecanizadas alemanas se presentaban fuertes nevadas, bajas de temperatura y vientos helados. Los soviéticos, que conocen bien el clima de su país, sabían que este invierno iba a ser el más fuerte en 50 años.
El cuartel general alemán pidió encarecidamente al Alto Mando Alemán que fueran enviadas con urgencia la ropa y el equipo necesario para resistir el invierno que se avecinaba, sin embargo la descoordinación en la logística dificulto el abastecimiento. Hitler insistió en que el soldado alemán es superior y por lo tanto puede sobrellevar cualquier dificultad que se le presente ante lo cual los generales alemanes dejaron de insistir.
Soldados moscovitas en la nieve
Conforme avanza el invierno, para el 15 de noviembre aun no se producían movimientos de importancia, en parte debido a que los generales alemanes tenían dudas en cuanto a la realización de la operación, además de que había opiniones encontradas. Durante una reunión en la ciudad de Orsha, algunos generales opinaban que lo mejor era atrincherarse manteniendo una posición defensiva en las posiciones que ocupaban, mientras que otros opinaban que aun quedaban tres semanas de buen tiempo durante las cuales podría realizarse la invasión y toma de la ciudad para luego apoyar al Grupo del Ejercito Norte. Esta estrategia tenía el riesgo de que cualquier retraso ocasionaría graves problemas a la infantería y a los vehículos mecanizados que podrían incluso comprometer la solidez de todo el frente.
Algunos comentan que la carencia de los insumos adecuados está minando la moral de sus tropas lo cual puede influir durante la batalla. Hitler, por su parte, manda la orden de conquistar Moscú lo antes posible sin que sea aceptada la rendición, los civiles deben huir o morir de hambre ya que la toma seria hecha una vez la población civil estuviera liquidada.
Una vez que las lluvias empezaron a disminuir se inicio el ataque con un ataque envolvente que rodeaba Moscú por el norte con una ofensiva hacia Kalinin y hacia Klin mientras se efectuaba otro ataque por sur hacia el rio Tusla con el fin de completar la maniobra de pinzas.
Detalle del ataque a Moscu
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