El Gobierno fue evacuado hasta la ciudad de Kuybyshev aunque Stalin se quedo en la ciudad para dar un ejemplo a los soldados y a los civiles que cada vez estaban más desesperados. Por esto realizo el desfile del 7 de noviembre que conmemora la Revolucion de Octubre a pesar del peligro ante un bombardeo alemán.
Stalin alentando a su ejercito
En las fábricas ubicadas cerca de Moscú se construían a toda velocidad gran cantidad de tanques T-34, los edificios fueron fortificados y construyeron cientos de nidos de ametralladoras antiaéreas en las que trabajaron miles de civiles. Con las defensas así dispuestas el ataque comenzó el 17 de noviembre con el 3º Grupo Panzer que se dirigió hacia la línea Rashev-Kalinin-Klin.
Tanque T-35
Los altos mandos del ejército alemán trataron de hacer razonar a Hitler para que retrase el ataque hasta la primavera, sin embargo este no accede. A pesar de sus continuos logros, el avance de los ejércitos alemanes se hacía cada vez más lento.
Al iniciarse el invierno a principios de noviembre los alemanes enfrentaron la problemática de no contar con el equipo necesario para llevar a cabo una guerra invernal puesto que Hitler creyó que la campaña finalizaría con una rápida victoria en el verano. No se contaba con muchas prendas de invierno ni de camuflaje blanco, además cada vez mas tanques y vehículos mecanizados quedaban inmovilizados cuando las temperaturas bajaron muy por debajo del punto de congelación ya que los motores no arrancaban. Los líquidos con que contaban los vehículos como anticongelantes, aceites y demás no soportaban el frio, además las armas tales como los fusiles MP40 dejaban de funcionar debido a que sufrían atascamiento. Muchos soldados perdieron una mano debido a que esta se le quedaba pegada por el congelamiento cuando tocaba una superficie metálica. Los vehículos que operaban con motores diesel se daban por perdidos ya que no arrancaban de ninguna manera.
El estado de desesperación era tal que los alemanes tenían que usar las armas soviéticas que le quitaban a los cadáveres ya que estas soportaban el frio. Incluso los soldados alemanes tomaban las botas y la ropa de los soldados soviéticos ya que para muchos era la única forma de salvarse. A esto se debe sumar que la defensa soviética de Moscú fue realmente tenaz, los soviéticos enviaban batallones formados por miles de reclutas a combatir e inclusive hubo batallones de mujeres que se enfrentaron a los alemanes. Esto produjo actos de verdadera carnicería donde tropas de infantería atacaban de manera suicida a los alemanes, en tales casos pocos soldados soviéticos sobrevivían aunque causaban bajas entre el enemigo.
Sin embargo la situación cambio el 5 de diciembre de 1941 cuando se organizó un contraataque soviético masivo contra los alemanes que estaban a 42 kilómetros de Moscú. Los soviéticos contaban además con información fidedigna de que los japoneses no los atacarían por el este, para no pelear en dos frentes simultáneamente. Con los alemanes cerca de Moscú, se mandaron tropas de refuerzo contra las fuerzas alemanas, además fueron utilizados tanques T-35 (superiores a los alemanes) y lanzadores de cohetes Katyusha los cuales causaron grandes estragos entre el enemigo. Los refuerzos soviéticos estaban preparados para la guerra invernal y se enfrentaron a tropas alemanes agotadas y desmoralizadas haciéndolas retroceder 250 kilómetros para inicios de 1942.
Ejercito Sovietico en su contraataque
Finalmente se hizo una ofensiva en abril de 1942, siendo eliminada la amenaza alemana de invasión de la capital soviética. Esta victoria brindo a las tropas soviéticas de un empuje moral eliminando la fama de imbatibilidad de las fuerzas alemanas. Al fracasar la invasión y la Blitzkrieg, Guderian fue sustituido por su fracaso y los alemanes tuvieron que prepararse para una guerra más larga y sangrienta.
Al final, contradiciendo los consejos de sus generales, Hitler le ordeno a sus fuerzas conservar sus posiciones, orden que aun hoy en día es motivo de discusión ya que varios expertos afirman que de haberse retirado las fuerzas alemanas hubieran sido masacradas por la practica soviética de tierra quemada que las hubiera dejado sin ningún tipo de suministro, además al estar los caminos intransitables los alemanes se hubiesen visto obligados a movilizarse por los campos lo que hubiese facilitado su caza por las fuerzas soviéticas. A partir de este momento Hitler empezó a tomar decisiones de guerra estratégicas de gran importancia sin consultar a sus generales, lo que traería consecuencias desastrosas para los ejércitos del eje en el futuro.
Poco a poco la ofensiva soviética perdió fuerza y para inicios de 1942 el frente de Moscú se estabilizó, e incluso, el Ejército Rojo logro replegar a parte del ejército alemán, avance que no paró hasta la toma de Berlín.
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